Las almendras son un clásico en nuestra gastronomía y, en nuestra familia en particular, son un imprescindible. No solo nos encanta comerlas, sino que también disfrutamos con los pequeños detalles que las rodean. Por eso, en este artículo os queríamos contar las cosas que más nos gustan de las almendras.
Contenidos
1. Que aporta sabor y textura a infinidad de recetas
Las almendras son un clásico en la cocina, ¡y no nos extraña! No solo tienen un sabor intenso y único, sino que también aportan texturas muy variadas según cómo y para qué las usemos. La almendra es un ingrediente muy recurrente en infinidad de recetas tradicionales dulces y saladas: el turrón, la tarta de Santiago, el ajoblanco, la gallina en pepitoria… ¡Además de ser un snack sano y delicioso! Unas buenas almendras fritas en AOVE, con su punto de sal, no tienen nada que envidiarle a cualquier otro snack.
2. Su infinidad de propiedades y beneficios para la salud
Además de sus indudables cualidades culinarias, las almendras también son un alimento de lo más sano. Nos gusta pensar que las más de 3000 horas de sol que iluminan nuestros almendros cada año se transforman en innumerables beneficios para la salud. Las almendras son una fuente de antioxidantes, minerales, proteínas y grasas saludables. Así que, ¿cómo no nos van a encantar? Si además de deliciosas, ¡son saludables!
3. Un alternativa ideal para lácteos y harinas con gluten
Como productores de almendras, sabemos el trabajo y cariño que hay detrás de cada árbol y cada fruto. Por eso nos encanta ver que cada vez se le saca más partido a este valioso fruto. La almendra se ha convertido poco a poco en un producto alternativo a productos lácteos, harinas con gluten y alimentos de origen animal. Sus innumerables propiedades y nutrientes hacen que sea una alternativa ideal para personas con intolerancias a los lácteos y el gluten, y dentro de dietas vegetarianas.
La harina de almendras, por ejemplo, cada vez gana más adeptos en repostería. Ya que además de aportar textura, su sabor es exquisito y aporta muchos más nutrientes que otras harinas tradicionales.
4. La belleza de los campos de almendros en flor en primavera
Antes de llegar al producto final, hay un momento realmente importante y especial en el cultivo de las almendras que nos fascina: ¡los almendros en primavera! La belleza que desprenden los campos de almendros en flor durante la primavera es espectacular. Caminar entre los almendros plagados de flores blancas es, probablemente, una de nuestras partes favoritas.
5. El sabor único de la almendra tierna
Por último, pero no menos importante, queremos volver al sabor. Pero no al sabor más común de la almendra, sino al sabor fresco de la almendra tierna. ¿Alguna vez has probado una almendra que aún está verde directamente del árbol? A esas almendras aún frescas y tiernas se las conoce como allozas o almendrucos. Las almendras tiernas tienen un sabor único y delicioso, que nos trae muy buenos recuerdos.
De pequeños nos encantaba pasear por los almendros para degustar esas almendras frescas, aún a medio cuajar. Con los años, hemos ido recuperando esa bonita costumbre y ahora volvemos a vivirla con los pequeños de la casa. ¡Y cómo nos encanta ver en sus caras la sorpresa de descubrir ese sabor tan peculiar!
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